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El Anillo de Barahir era un anillo que originalmente pertenecía a Finrod Felagund, el primogénito de Finarfin y señor del reino de Nargothrond. Por lo que el anillo llevaba el símbolo de la Casa de Finarfin, las dos serpientes con una esmeralda. Finrod se lo regaló a un hombre llamado Barahir, de ahí el nombre de esta reliquia, como recompensa por las ayudas que Barahir le prestó en la guerra, al entregarle el anillo además se hizo un juramento entre ambos para prestarse ayuda ante cualquier tipo de adversidad. Este juramento ya había sido previsto mucho antes en una conversación que mantuvo con su hermana Galadriel. Finrod morirá por ese juramento al intentar salvar a Beren, el hijo de Barahir, el cual fue hecho prisionero en las mazmorras de Tol-in-Gauroth, y fue allí donde murió Finrod. El anillo estuvo en posesión de Barahir hasta su muerte a manos de unos orcos, los cuales se llevaron el anillo como trofeo, posteriormente Beren vengó la muerte de su padre entrando de improviso en el campamento Orco y recuperará el anillo sacándole la mano de su padre al capitán, quien se la había llevado como prueba de que había completado la misión. De Beren, el anillo pasó a su hijo Dior, de este pasó a Elwing, y de ella a su hijo Elros. De Elros, que será el primer rey de Númenor, el anillo será heredado por sus descendientes, hasta que Silmariën se lo de a los señores de Andúnië, hasta llegar a Elendil, el cual se lo llevará a la Tierra Media tras el hundimiento de Númenor al igual que el una parte del resto de las reliquias de Númenor. En la Tierra Media será heredado por los reyes de Arnor hasta que Arvedui, tras su derrota ante el Rey Brujo, se lo dió al señor de los lossoth como regalo. Posteriormente el anillo fue comprado por los dúnedain del norte a un alto precio. Durante el resto de la Tercera Edad el anillo permaneció en Rivendel junto con las otras reliquias de Númenor. Finalmente será entregado a Aragorn y de él pasó a su descendencia.

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