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Los Beórnidas o Cambiapieles son un pueblo ficticio de hombres del legendarium del escritor británico Tolkien. Estos tenian la capacidad de convertirse en osos.
Se trataba de hombres con parentesco entre los Rohirrim y los Hombres de Valle. Descendiendo de los Edain, hablaban una lengua similar al adûnaico y el rohírrico.
Se les conoce por su buena relación con los animales y por no comer carne. Tras la Guerra del Anillo, a ellos y a los hombres del bosque negro se les concedió la parte central de Eryn Lasgalen.
Sin embargo, antes de que la historia del Hobbit Bilbo Bolsón sucediese (años atrás), encarcelaron y torturaron a todos los Cambiapieles (Beorn entre ellos). El causante de todo esto fue Azog el Profanador, los torturó y maltrató hasta que todos murieron excepto Beorn.
Los beórnidas más conocidos son Beorn y Grimbeorn.
En los años que siguieron a la liberación de la Montaña Solitaria, Beorn el Cambiaformas se convirtió en un gran caudillo, reuniendo bajo su mando a muchos hombres procedentes de tierras lejanas. Los primeros en responder a su llamada fueron cazadores y guerreros solitarios, acostumbrados a la dura vida de las Tierras Salvajes. El liderazgo de Beorn ha influenciado a sus seguidores y ahora los beórnidas son reconocidos por todos como un pueblo valiente y de fiar, que han jurado luchar contra la Sombra y sus esbirros (¡cuando no siguen el ejemplo de Beorn y trabajan como apicultores, u hornean pasteles de miel!).
Nadie sabe por qué Beorn, un cazador solitario de orcos y lobos salvajes, decidió dar la bienvenida a extraños a sus salones. Lo hizo de repente, tras la Batalla de los Cinco Ejércitos y la muerte de Thorin Escudo de roble.
Hoy en día los beórnidas dirigen un dominio que comprende La Carroca, el viejo Vado, el paso Alto, y las zonas que los rodean. Han convertido en su deber vigilar los pasos y los cruces del río de su tierra, cobrando peaje a quienes solicitar viajar bajo su escolta, y prohibiendo el paso a todo tipo de criaturas malignas.