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Smaug

Ilustración de Smaug el Dorado, el más famoso de los dragones de la Tierra Media debido a que es el principal antagonista en El Hobbit.

Los Dragones, también llamados a veces Urulóki (palabra Quenya que significa Serpiente de Fuego) o Grandes Gusanos, son una especie de criaturas presentes en el legendarium de Tolkien que en general son de carácter malvado o se encuentran al servicio del Enemigo. Consideradas unas de las criaturas más peligrosas de la Tierra Media, los dragones se caracterizan por su aspecto reptiliano, fuerza y por su inteligencia, lo que les hace muy peligrosos. Lo cierto, es que fueron creados por el señor oscuro Melkor (Morgoth) con el fin de ser sus más poderosas herramientas de guerra y destrucción, liderando sus ejércitos y causando grandes desastres.

A lo largo de la historia de Arda, desde que fueron creados por Morgoth, los dragones han atacado a las razas libres de la Tierra Media, debido a su insaciable codicia de tesoros, lo que los convirtió en los mayores enemigos de los Enanos, destacando entre ellos el dragón Smaug el Dorado.

Historia[]

Primera Edad[]

Dood van Glaurung2

Túrin Turambar dando muerte a Glaurung. Ilustración de John Howe.

Se dice que los dragones fueron originalmente creados por Morgoth, el primer Señor Oscuro, para reforzar las fuerzas de sus ejércitos y para ofrecer un arma secreta que hiciera temer a los Noldor y a los Edain. De este modo, el primer dragón que creó Morgoth fue Glaurung, considerado el Padre de los Dragones. La primera aparición de Glaurung fue alrededor del año 260 de la Primera Edad, con el estallido de la Dagor Aglareb, la Tercera Batalla. Por entonces, Glaurung no se encontraba completamente desarrollado, de modo que los Enanos dominaron sin muchos problemas al joven dragón, que regresó a Angband.

Glaurung no volvió a aparecer hasta la Dagor Bragollach, la Cuarta Batalla, en el año 455 P.E. Por aquél entonces, Glaurung ya había madurado del todo, y comandó uno de los tres frentes principales del ejército de Morgoth, empezando a ganar fama. Glaurung también participó en la Nírnaeth Arnoediad y en el saqueo de Nargothrond, además de que fue uno de los responsables de la maldición deLos Hijos de Húrin. El Padre de los Dragones no sería derrotado hasta cerca del año 500, en el que fue finalmente muerto por mano de Túrin Turambar.

Además de Glaurung, Morgoth creó más dragones menores que acompañaron a Glaurung en las batallas, aunque no fueron dotados de tanto poder. Al final de la Primera Edad, en la Guerra de la Cólera, destacó el dragon Ancalagon el Negro, el dragón más grande y poderoso de todos los tiempos, que fue muerto por Eärendil después de un épico combate. Después de la derrota de Morgoth, la mayoría de los dragones existentes fueron destruidos, pero algunos lograron escapar a lugares escarpados tales como las Montañas Grises.

Segunda y Tercera Edad[]

Smaug

Representación de Smaug alzando el vuelo sobre las Montañas Grises.

Se desconoce qué fue de los dragones durante la Segunda Edad, en la que no se tienen registros de ninguno de sus ataques. Es probable que por este período emigraran hacia el este, asentándose en el Brezal Marchito, que es de donde provinieron la mayoría de los dragones posteriores. Los dragones no volvieron a convertirse en un problema serio hasta alrededor del año 2500 de la Tercera Edad, momento en el que los dragones (especialmente los dragones fríos) empezaron a abundar en las Montañas Grises y empezaron a atormentar a los Enanos y los Hombres del Norte, destacando el dragón Scatha entre ellos.

Pero ninguno de ellos fue tan poderoso como Smaug el Dorado, el más grande dragón de la Tercera Edad, que invadió el reino Enano de Erebor y se apoderó del tesoro bajo la Montaña Solitaria. Esta no fue reconquistada hasta 200 años más tarde por un grupo de Enanos comandados por Thorin Escudo de Roble, y Smaug fue muerto por una flecha de Bardo el Arquero, un hombre de Esgaroth. Después de Smaug, los grandes dragones desaparecieron de la Tierra Media, aunque se desconoce si también se extinguió la especie en sí. Es posible que aún quedaran algunos dragones menores después de Smaug, debido a la mención que hace Gandalf a Frodo en el capítulo La Sombra del Pasado de La Comunidad del Anillo: [...] Pero no hay ahora ningún dragón que tenga ese fuego, ni siquiera Ancalagon el Negro podría dañar el Anillo Único.

Biología y características[]

Los dragones que aparecen en el legendarium de Tolkien son similares al estereotipo de la sociedad occidental hacia estos seres fantásticos. Tal como en muchas de las leyendas que perviven en la Europa medieval, los dragones de la Tierra Media tenían un aspecto reptiliano, con un cuerpo duro cubierto de escamas que sólo era ligeramente vulnerable por la parte inferior del abdomen.

Sin embargo, debido a que en las obras de Tolkien no aparecen muy a menudo, no ha sido fácil considerar una descripción que explicara su aspecto, ya que en el legendarium aparecen tanto dragones alados, que parecen ser los más peligrosos; dragones sin alas y largos de cuerpo, que podrían ser los llamados Grandes Gusanos, y los dragones fríos, que al parecer emanaban hielo en lugar de fuego por sus cavidades bucales.

A pesar de la existencia de estos distintos grupos de dragones, todos ellos comparten mismas características. Por un lado, todos se caracterizan por su gran poder y fuerza, acompañado del gran tamaño que poseían algunos, lo que les permitía arrasar fácilmente las construcciones y aldeas de las razas libres. Al parecer, todos los dragones fueron de tamaño considerable, aunque algunos eran mucho más grandes que otros. Se considera que el dragón más grande fue Ancalagon el Negro, cuyo tamaño hizo destruir las torres de Thangorodrim al ser derribado por Eärendil.

Otro de sus aspectos más distintivos era que aparentemente, eran bastante inteligentes, lo que acompañado a su gran poder, hacía a los dragones de las criaturas más peligrosas de la Tierra Media. La mayoría de ellos, al igual que los dragones de las leyendas, sentían una ingente codicia hacia los tesoros y botines, lo que les llevaba a veces a atacar ciudades y pueblos (de Enanos, a menudo) para apoderarse de grandes cantidades de oro. Un buen ejemplo de esto fue Smaug el Dorado, que se apoderó del tesoro bajo la Montaña Solitaria.

Los grandes dragones[]

En la historia de la Tierra Media, destacan algunos dragones por haber sido partícipes de hechos históricos importantes. A continuación se alistan los más importantes.

Glaurung[]

Conocido como el Padre de los Dragones y el Primer Gusano, Glaurung fue el primer dragón que apareció en la Tierra Media. Al parecer, fue creado por las artes oscuras de Morgoth en Angband para crear una nueva arma terrible para destruir a los Elfos de Beleriand. Tiene gran protagonismo en El Silmarillion, puesto que constituye uno de los más peligrosos aliados del Señor Oscuro.

Además de participar en las Grandes Guerras de Beleriand, causa grandes desgracias debido a que hechiza con la mirada a Túrin Turambar y a su hermana Nienor, cumpliendo así la Maldición de los Hijos de Húrin. Finalmente, es muerto por Túrin en los Barrancos de Teiglin. No se cuenta con muchas descripciones, pero se sabe que no era alado y sus escamas eran doradas.

Ancalagon[]

Llamado Ancalagon el Negro, fue el más grande de los dragones creados por Melkor, y tal vez el más grande de la historia de Arda. Participó en la Guerra de la Cólera, causando gran destrucción, hasta que fue muerto por Ëarendil. Se conoce que sus escamas eran negras, y su tamaño debía ser excepcional, ya que tras su muerte cayó derribando las altísimas torres de Thangorodrim.

Scatha[]

Este era el nombre que recibía uno de los dragones de las Montañas Grises que daba problemas a los Enanos. Fue muerto por Fram, un antepasado de Eorl el Joven, que luego fundaría el reino de Rohan. Se refiere siempre a él como Scatha el Gusano, lo que pone en duda si realmente era un dragón. 

Smaug[]

Es quizá el dragón más conocido de la Tierra Media, siendo el antagonista principal en El Hobbit. Smaug era un dragón de gran tamaño proveniente del Brezal Marchito, de gran codicia, por lo que atacó el reino Enano de Erebor y se apoderó del tesoro de los Enanos. La trama de El Hobbit gira alrededor de la recuperación del reino y el botín de Erebor y de la venganza contra Smaug.

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