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«Aure entuluva!»
―Húrin

Llamado Thalion <<el Firme, el Fuerte>>; hijo de Galdor de Dor-Lómin, esposo de Morwen y padre de Túrin, Urwen (Lalaith) y Niennor; señor de Dor-lómin, vasallo de Fingon. Fue con Huor, su hermano, a Gondolin; capturado por Morgoth en la Nirnaeth Arnoediad y prisionero en la cima de Thangorodrim durante muchos años, después de ser puesto en libertad, mató a Mîm en Nargothrond y llevó el Nauglamír al Rey Thingol. Murió arrojandose al Mar Occidental.

Biografía[]

Húrin era un nieto de Hador, de la casa de Hador o de Marach. Húrin fue el hijo mayor de Galdor de la Casa de Marach y de Hareth de los Haladin, y tenía un hermano llamado Huor.

Después se van a vivir con los parientes de su madre, los Haladin, en el Bosque de Brethil, hasta que se unieron a la guerra contra una incursión de Orcos. Termina junto con su hermano en el Valle de Sirion, ya que fueron separados de su empresa al ser rodeados por los orcos. Al ser perseguidos por los orcos, Ulmo causa una niebla que surge de los ríos, logrando así escapar a Dimbar, donde dos grandes Águilas les recogen, y les llevan a Gondolin. Allí el Rey Turgon de Gondolin dió la bienvenida a los hermanos, recordando la profecía de Ulmo que la Casa de Hador ayudaría Gondolin en su momento de mayor necesidad. Turgon que deseaba permanecer con ellos, ya que llegó a amarlos, pero los hermanos deseaban regresar con sus parientes. Los hermanos juraron mantener en secreto sobre Gondolin, y las Águilas les trajeron de vuelta a Dor-Lómin.

Cuando los orcos asaltan Hitlum, su padre Galdor muere defendiendo la Nimrais Wethrin. Húrin persiguió a los orcos con fuertes pérdidas llegando hasta las llanuras de Anfauglith. Después, Húrin fue el Señor de Dor-lómin y gobernó sobre el feudo de Dor-lómin en Hithlum.

Dos años más tarde, se casó con Morwen de la Casa de Bëor, y más tarde en el año, nació su hijo Túrin. Una hija llamada Lalaith le siguió, pero murió de edad de tres años por una plaga enviada desde Angband.

En la Nirnaeth Arnoediad (Batalla de las Lágrimas Innumerables), Húrin luchó junto a Huor y descendientes de la casa de Hador. En medio de la batalla, se reunió de nuevo con Turgon y su encuentro fue dulce. Cuando la batalla estaba perdida, Húrin y Huor reunieron a todos los demás hombres de la Casa de Hador y tomaron una posición luchando contra los orcos, permitiendo que Turgon escapara. Siguieron luchando hasta el anochecer, cuando Huor fue asesinado por una flecha. Al final, Húrin se quedó solo, se echó la espada y el escudo en el suelo y le cogió una gran hacha de guerra de un capitán orco. Según la leyenda, el hacha estaba cubierto de la sangre de negra de los orcos de Gothmog hasta que sus ataques se hicieron más lentos y débiles. Sin embargo, con cada golpe de su hacha, gritaba con todas sus fuerzas: "Aure entuluva!", (que significa: "Ya se hará de nuevo el día!"). Pero al final lo atraparon vivo por orden de Morgoth, pues los Orcos se aferraban a él aunque les cortara los brazos, hasta que Gothmog lo encadenó y lo arrastró a Angband.

Tras la Nirnaeth Arnoediad, Húrin fue capturado por los orcos y llevado prisionero a Angband donde resistió horribles torturas de Morgoth. Finalmente Morgoth lo condenó a sentarse en la cima del monte Thangorodrim y desde allí observar toda la desgraciada vida de su hijo Túrin.

Húrin es condenado a observar la desgracia de su hijo

Húrin es condenado a observar la desgraciada vida de su hijo Túrin.

Tras la muerte de su hijo Túrin, Morgoth decidió dejarlo en libertad. Entonces Húrin regreso a sus antiguos lugares de origen, en Hithlum, pero los orientales que ahora vivian allí al principio no lo reconocieron y más tarde le tenían miedo, creyendo que los mataría. Desde allí divisó a lo lejos en medio de las nubes los picos de las Crissaegrim, y se acordó de Turgon; y deseó volver al reino escondido de Gondolin. Descendió por tanto a Ered Wethrin, y no sabía que los espías de Morgoth le vigilaban; y cruzando el Brithiach, entró en Dimbar, y llegó al oscuro pie del Echoriath. Y Húrin miró el cielo gris, creyendo que quizá viera nuevamente a las Águilas, pero solo vió sombras venidas del oeste, pero Gondolin estaba cerrada, y Turgon en un principio no quiso permitir que Húrin entrara, entonces Húrin clama contra Turgon, lo que revela la ubicación de Gondolin a los espías de Morgoth, y luego se va. Sólo después de que había dejado, Turgon  tiene un cambio de corazón y envia a las Águilas a buscarlo, pero fue demasiado tarde ya que se habia ido.

Húrin se reencuentra con Morwen

Húrin se reencuentra con Morwen antes de morir.

Húrin continuó hasta el bosque de Brethil donde sus dos hijos habían muerto y volvió a encontrarse con su esposa Morwen allí en la tumba de sus hijos, justo antes de que ella también muriera. En cólera y la desesperación, buscó a los Haladin, culpándolos de la muerte de su esposa e hijos, y provocó una revuelta que mató al ultimo de los descendientes de los Haladin de la casa de Haldad.

Mas tarde llegó hasta las puertas en ruinas de aquel que un día había sido el esplendoroso reino de Nargothrond, en donde ahora vivía el enano llamado Mîm y Húrin reconoció que se trataba del mismo enano que había traicionado a su hijo años atrás en Amon Rûdh. Entonces encolerizado tomó su espada y dio muerte a Mîm. Y tomó el collar Nauglamír de entre las ruinas de Nargothrond. Luego prosiguió su camino hasta encontrar al rey Thingol de Doriath en donde este le recibió con amabilidad, pero Húrin con amargas palabras lanzó el Nauglamír a los pies de Thingol, quién se apiadó de él y mediante el poder de su reina Melian curó todo el mal que Morgoth había causado en su mente. Fue así que Húrin se percató del daño que Morgoth le había causado y abandonando Menegroth, despojado de todo deseo de vivir, se arrojó al Mar Occidental. De este modo terminó el más poderoso de los guerreros de los Hombres mortales.

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